Es natural que una vivienda de 45 años se quede obsoleta para una persona de 30. Un nuevo habitante implica nuevas necesidades y gustos. En este caso, el cliente buscaba un hogar apacible y moderno, pero sin dejar de ser funcional y cómodo.
La idea principal era reconvertir la tradicional compartimentación de pequeños espacios e intrincados pasillos en estancias diáfanas y útiles que den sensación de amplitud y luminosidad.
Eliminando los tabiques de lavandería, cocina, pasillos, salita y salón se obtiene un espacio único de salón comedor con cocina abierta. Así, desde la entrada se percibe una sensación de gran amplitud, pudiendo así disfrutar al máximo las vistas y la luz natural.
Al final de la vivienda encontramos dos dormitorios y un estudio multifunción. Aquí, el baño principal se convierte en baño insuite y se amplía el pequeño aseo para dar servicio al resto de dormitorios. Se obtienen grandes espacios de almacenamiento al eliminar la duplicidad de pasillos.
El cliente quería cuidar los detalles, por lo que se realizó un proyecto especial de iluminación e interiorismo. Las alturas del techo se adaptan a las distintas estancias, delimitando áreas sin cerrarlas visualmente. Se destacaron algunas zonas importantes mediante spotlights y foseados que alojan tiras LED configurables, como la zona del acuario, las barras de bar y el cabecero del dormitorio principal, que fue realizado en obra formando una estantería continua.
Del mismo modo, la posición del mobiliario ayuda a entender la configuración espacial. Una península blanca con encimera en granito negro Zimbawe y barras de bar extensibles separa visualmente la cocina del salón. El sofá cama gris con chaiselongue divide un salón en blanco y negro de un comedor transparente.
La elección cromática del mobiliario en tonos neutros y claros potencia la amplitud y la flexibilidad. Durante el día, el color inunda la vivienda gracias a los cuadros de gran formato del salón-comedor así como los pequeños vinilos y suaves acuarelas que realzan paramentos estratégicos. Los textiles y luminarias LED RGB permiten adaptar las estancias a las distintas estaciones y estados de ánimos.
El resultado es una vivienda contemporánea y funcional, con amplitud de espacios.