El cliente tenía claro que quería una vivienda sencilla donde pudiera disfrutar con su gente durante todo el año en ese precioso enclave. Por ello, tenía que ser una casa adaptable a las distintas temporadas y que permitiera hacer vida de grupo tanto al interior como al exterior.
Con estas premisas, buscamos espacios muy comunicados entre sí que se volcasen al exterior. La piscina que tanto querían es el centro del ocio, por lo que se ha climatizado e incluido en el programa interior con su solarium y una cubierta telescópica. De esta forma, en verano puede quedar completamente abierta al jardín. La cocina, de gran tamaño, abre directamente al amplio salón-comedor. También se comunica en toda su longitud con un segundo comedor situado en la zona de ocio y una terraza exterior.
La zona de habitaciones, muy bien iluminada y comunicada, tiene dos dormitorios gemelos dobles, un baño general y una habitación principal con baño propio y vestidor integrado. Además, la vivienda posee un garaje adosado para dos vehículos y un estupendo porche de entrada para recibir a todos los amigos de la familia. Una casa muy vivida.